La trincera infinita



El año pasado se estrenó una de las películas más ambiciosas del género de la Guerra Civil Española. Dirigida por tres directores vascos, Jon Garaño, Aitor Arregi, José Mari Goenaga, y protagonizada por los andaluces Antonio de la Torre y Belén Cuesta. La Trinchera Infinita es un escalofriante relato basado en las historias reales de los llamados “topos”, personas que se ocultaron del régimen franquista durante décadas, usando falsos tabiques, escondrijos o subterráneos. En especial, el film está inspirado en Manuel Cortés, alcalde socialista de Mijas (Málaga) en tiempos de la República.

Al poco de estallar la Guerra Civil Española en un pueblo de Málaga, Higinio (Antonio de la Torre) se ve obligado a ocultarse en su casa por miedo a ser fusilado por los franquistas. Utiliza una pared doble, estrecha, claustrofóbica. Su encierro durará treinta años, durante los cuales vivirá episodios muy difíciles junto a su mujer Rosa (Belén Cuesta), y otros más gratificantes, como el nacimiento y crecimiento de su hijo, que le darán fuerzas a la pareja para continuar con su calvario.

A nivel técnico, la película utiliza magistralmente la “cámara subjetiva”, técnica que provoca que nos metamos dentro de la piel del personaje. De este modo, tendremos la sensación de estar escondidos como Higinio, escuchando los ruidos de la casa, de la calle, de los viandantes del pueblo y de los vecinos, desde las sombras de su “madriguera”. Al mismo tiempo, la interpretación de Antonio de la Torre y Belén Cuesta son brillantes.  Admito que, como historiador que soy, he visto casi todas las películas de la Guerra Civil Española que se han estrenado. Y ésta la posiciono en el top 10 de las mejores.

Terminamos compartiendo con ustedes una artículo de la profesora e investigadora Lucia Prieto de la Universidad de Málaga que analiza la obra de Ronald FraserEscondido, la vida de Manuel Cortés”, así como el tráiler de la película.


⚫ PRIETO BORREGO, LUCIA (2006): Mijas, entre la historia y la memoria. en Revista Cilniana 19/2006. pás 103-112



Autor del artículo: Francisco M. González López