Antes que Guernica fue Málaga


El bombardeo aéreo de Guernica ocurrió el 26 de abril de 1937, cuyo ataque se convirtió en la primera declaración de terror a manos de la Legión Cóndor alemana en conjunción con la aviación italiana. De hecho, este episodio se convirtió en el paradigma de los terribles bombardeos sobres las principales ciudades del país y que dejaría una ingente cantidad de víctimas civiles. Este suceso se proyectó a nivel internacional gracias al cuadro que el malagueño Pablo Picasso pintó para la Exposición Internacional de París de ese mismo año. Hoy en día, Guernica simboliza la destrucción y el aniquilamiento de nuestra guerra incivil.

Sin embargo, apenas dos meses antes, otro suceso todavía más espantoso aconteció en Málaga. Silenciado por ambos bandos (los unos por ataque desproporcionado, los otros por desastrosa evacuación), fue sin duda uno de los acontecimiento más sangrientos de la Guerra Civil Española.

A principios de 1937 se inició la ofensiva de los rebeldes sobre la provincia de Málaga, dirigida por el teniente general Quiepo de Llano, y que culminó el 7 de febrero, apenas un mes después. 15.000 regulares, 10.000 soldados italianos, 31 bombarderos, 26 cazas, tanques blindados y abundante artillería pesada aplastaron rápidamente la escasa resistencia que presentaron unos 20.000 milicianos mal armados, con poca munición e indisciplinados. El gobierno republicano de Valencia básicamente “sacrificó” esta provincia, fuera de control bajo una marea revolucionaria y rodeado por el enemigo. La única vía de conexión existente era a través del puerto, cuyos barcos estuvieron expuestos a los submarinos nazis, o por la Nacional 340: la carretera de Málaga-Almería, la cual discurría por costa. 

Cuando el frente se rompe, las tropas milicianas huyen en desbandada, arrastrando a la población, entre los que se encontraban desde hacía varios meses miles de refugiados de las zonas donde había triunfado la sublevación, los cuales venían contado horribles historias sobre fusilamientos masivos, torturas y violaciones. El mismo Queipo de Llano, desde Sevilla, propagaba el miedo a través de sus bravatas radiofónicas. Entre 150.000 y 250.000 personas (todavía no hay datos precisos) emprendieron la evasión por la carretera de la costa dirección Almería, zona leal al gobierno republicano. Entonces, la marea humana es atacada por mar y aire indiscriminadamente durante días, produciéndose la mayor masacre de la guerra, con una cifra que oscila entre 3.000 y 5.000 muertos, la mayoría civiles.

Es curioso que estos bombardeos fueron silenciados por la historia hasta que en el 2004 el profesor Jesús Majada descubrió al cirujano canadiense Norman Bethune, a quien le debemos el único relato fidedigno de lo que sucedió y las únicas fotografías conocidas a cargo de su asistente Hazen Sise. La exposición de Rogelio López Cuenca en la Sala Alameda de la Diputación de Málaga en 2007 invitó a muchas personas que resultaron ser testigos de lo sucedido, gracias a lo cual la masacre pudo salir a la luz al fin. Desde entonces, han continuado las investigaciones, como los trabajos de las profesoras Lucía Prieto y Encarnación Teixeiro, y su imprescindible obra “población y guerra civil en Málaga : caída, éxodo y refugio” (Centro de Ediciones de la Diputación de Málaga, 2007).

Durante mis años de investigación, tuve el honor de entrevistar a incontables testimonios que vivieron los sucesos de la cerretera de Málaga-Amería. De entre ellos, hubo uno, Eloy Rodríguez, cuya historia vamos a compartir hoy, escrito de su puño y letra. Sus experiencias fueron tan extraordinarios que podrían ser el motivo para escribir un guion de cine. Aquí os dejamos el enlace. También os dejamos con el libro “The crime on the road Malaga-Almeria” por el canadiense Norman Bethune, que podréis bajar en PDF.

LINK DEL RELATO DE ELOY RODRÍGUEZ
BETHUNE, NORMAN (1937): "The Crime of the Road Malaga-Almeria". Publicaciones Iberia. En The Library of University of Texas At Austin.     

Autor del artículo: Francisco M. González López